La noche se llevó la tarde
y vos te fuiste perdiendo.
Te vi escapar, calzandote un zapato,
sin mirar atrás.
La impaciencia sobrepasa los recuerdos de hoy.
Me vuelvo a mí mismo para no quedar solo
y ya te extraño.
Hasta el próximo día,
cuando un rato tuyo vuelva a ser mio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario